Viña Real Gran Reserva 2005, 1996 y 1991.

Amigos del misterio.

Vamos ya con el principio de nuestro viaje en el tiempo a través de Viña Real Gran Reserva. Los primeros fueron el 2005, 1996 y 1991.

Naturalmente el 2005, al ser poco salto en el tiempo, fue el vino más parecido a los actuales de la cata de ayer, Tempranillo con toque de Graciano, en maderas de roble francés y americano, potente y balsámico, se intuye mucho recorrido, habrá que estar atentos a como evoluciona.

En el 1996 ya si empieza a verse fiesta, el color se apaga un poco, no siendo rojo cereza si no que afloran los tonos teja, en nariz es muy especiado, notas de pimienta y bosque, el tanino empieza a pulirse, la fruta sigue estando muy presente pero ya asoman otros matices, su acidez augura un buen futuro. 

Y acabamos esta tanda con uno de, a nuestro juicio, mas destacados de la noche, Top 5, 1991. Aquí la fruta ya tiene cierto aroma pasificado, por esta época lo hacían con Garnacha (en torno al 20%) y le sienta bastante bien. Es fundido y sutil, la integración alcohólica y la madera hacen de este vino un auténtico delirio. Muy redondo.

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